Puntuación: 3.5 de 5.

A pesar de que en la carátula de esta cinta podemos ver a Ben Affleck junto a una canasta, yo creo que esta debería ser sustituida por una botella. Es cierto que el baloncesto está presente durante casi todo el metraje, pero no es el centro de la historia que, más bien, gira alrededor del alcoholismo del protagonista (y no es un spoiler).

Baloncesto y alcoholismo unidos en una película recuerdan inevitablemente a Hoosiers, por lo que esta cinta debe salvar de partida un tremendo escollo: la película de Gene Hackman está considerado uno de los mejores dramas deportivos. Sin embargo, y sin evitar del todo los paralelismos en la historia, esta película se torna en un sólido entretenimiento en el que nada desentona.

La historia es la de un ex-jugador que vuelve como entrenador al instituto en el que cosechó sus únicos éxitos deportivos. Recoge un equipo incapaz de alcanzar la victoria ni contra una residencia de la tercera edad y lo convierte en uno de estrellas. Llegan las victorias y esa motivación le sirve a él, y a los otros personajes, para acometer aquellos sueños que antes parecían imposibles y que ahora están fácilmente al alcance. Por el camino sabemos las motivaciones que han llevado a cada uno de ellos al punto en el que se encuentran, desvelando al espectador todos los tópicos, habidos y por haber, que justifican lo que está pasando.

Este es su mayor problema: que hay muy poco de nuevo en lo que se cuenta. Se parece bastante su narración a una telenovela o teleserie, con esa manía tan americana de justificar que cuando alguien es alcohólico, adicto, asesino o vendedor de microondas es porque sufrió un trauma. Con esos giros que uno ya sabe que van a suceder, que ya hemos visto una y otra vez, que restan mucho interés a lo que sucede en pantalla.

Aún así no pierde el ritmo en ningún momento y sabe presentar cinematográficamente lo que quiere contar muy correctamente. La actuación de Ben es correcta, con su cara de constante empanochado y sus kilitos de más, igual que el resto de apartados técnicos en el que ninguno brilla, pero tampoco desentona. Esta es una buena película que nos ofrece un producto de género de alta calidad, con poca novedad pero que garantiza un muy buen rato.

NOTA: 7/10.